Basado en los datos más recientes, prevemos que la desaceleración del PIB continuará por el resto del año con una mejoría modesta en los dos últimos meses del año. Estimamos que el país crecerá 1% en el 2018, con la mayor parte del crecimiento concentrada en el primer semestre. Septiembre y Octubre serán los meses de menos crecimiento, de alrededor del 0.2% anualizado.
Detrás de este frenado en la economía ecuatoriana está la caída de la inversión. Como podemos observar en las cifras actualizadas y de nuestro pronóstico, la tasa de crecimiento de la inversión fue moderada en el segundo trimestre del 2018 pero se volvió negativa en el tercer trimestre y prevemos continúe hasta el final del año. Como resultado, la tasa anual de crecimiento de la inversión es de alrededor del 3.75%. Al igual que el PIB, ese crecimiento estuvo concentrado en los primeros meses del 2018.
En cambio, el consumo es el componente más optimista de los datos y pronóstico. Se ha mantenido estable en lo que va del año, con la tasa de crecimiento anualizada bordeando el 3%. Este crecimiento robusto en el sector consumidor evita que el PIB se desplome de la manera que lo hace la inversión.
Al igual que el consumo, la tasa de desempleo se ha mantenido relativamente estable fluctuando entre el 5.1% y el 5.8%. Prevemos que el año cierre con un desempleo promedio del 5.4%. Dada la desaceleración del PIB, es probable que la estabilidad del desempleo no se traslade a otras partes del mercado laboral como el empleo adecuado.